La guerra de 2012

La guerra de 2012 es una pieza de ficción serializada que se publica dos veces a la semana, los lunes y jueves. Se empieza leyendo las entradas más antiguas, es decir, por las entradas que están más abajo.

Entre el 24 de noviembre de 2009 y el 19 de febrero de 2010 se publicó la Primera Parte de la novela.

A partir del 4 de marzo de 2010 se publicó la Tercera Parte y la novela acabó el 20 de mayo de 2010 .

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Ahora que acabó la novela, cuál es tu personaje favorito?

martes, 2 de febrero de 2010

XXI. Los prisioneros



“Coeficientes Gini

Chile: 54.9

Perú: 52

Suecia: 23”

CIA World Factbook


¡Ficha Julián! ¡Ea! ¿Cómo estái? Estoy lona, ¿cómo más voy a estar? Hay que estar oreja de caballo toda la noche, acá. Mala hora en que me metí de mote, pelao. Sí po. ¿Por qué te metiste? Si tú erí capi, ¿qué pasó con la universidad? Chuta, ¿y cómo? Mi papá para curao, malo para el ácido, él. Se cayó al frasco, y ahí se va la tapla, ¿qué banco me va a prestar? Encima perdí la pega el año pasado y quedé pato, no tenía ni sota po. Ejército, ¿qué me queda? Ahora acá ando con la tartamuda, puta que me piteé un condoro. Y tú, ¿cómo andái? Puta, tanto he acumulado el kino, que se me arrancaron las cabras. A ir donde la cantimplora nomás, ¿no? La alcachofa tiene un par de cañones… ¿vení? No po. Yo sigo pensando en la Bernarda. Chuta, ¿seguí en eso? Sí po. Eso me pasa por tomar caldo de cabeza, ahora me pego las puñaladas. Erí un lacho. Encima de una copetuda, y andái cuesco. Obvio que se iba a ir con un cuico, un pije, y no con un chalailudo penca como nosotros. Calentar el agua y terminar como arroz graneado, no po. Erí un broca cochi catruro, pero ya aprenderás. Hasta entonces, mala cueva. Mientras tanto, hay que estar agalludos acá, no vale estar apancorao, sino el coronta da orden para que nos den como caja.

Filomeno terminó de registrar aquella conversación en su grabador mp3. Dio la indicación, y sus soldados salieron de sus escondites y capturaron a los guardias chilenos. Contenerse requirió considerable fuerza de voluntad de su parte, ya que la guerra detrás de las líneas enemigas se había vuelto cada vez más cruenta. Era progresivamente más raro que se tomaran prisioneros –por cualquiera de los bandos– y los ronderos estaban dispuestos a aniquilar a cuanto chileno tuvieran entre manos, para vengar las masacres de las rondas de Candarave, Quispicanchis y Llunchic en los días pasados. Pero las órdenes tenían que ser seguidas. Eso es lo que hacen los soldados.

En el último par de días había habido un cambio en la dirección de la guerra. Munizaga evitó repetir el error de Saldarriaga y optó por ir demoliendo la ciudad con artillería, cuyo fuego retumbaba en el desierto aquella noche. Entre tanto, la FACH iba cumpliendo con lo que había advertido hacía un par de años: “pegar fuerte”. Su ofensiva consistió en una primera fase que buscó reducir la capacidad peruana de defensa aérea, atacando radares y aeródromos en Arequipa, Cuzco, Juliaca y Moquegua, mientras instigaba y destruía las armas antiaéreas peruanas. La segunda fase se enfocó en objetivos tácticos, como puentes y otra infraestructura, para dificultar una contraofensiva. Para el 16, habían empezado a atacar blancos económicos, notablemente puertos, hidroeléctricas e instalaciones relacionadas al gas de Camisea. Objetivo general: obligar al Perú a pedir un cese al fuego inmediato, con la menor cantidad de bajas chilenas posible.

Hablen, carajo, ¿dónde está el resto de su unidad? ¿Cuántos son? Julián Amezaga, cabo, nacido el 30 de abril de 1993, código número –Oye roto de mierda, yo no te he preguntado eso. Dime lo que quiero saber. La convención de Ginebra dice–Ubícate, huevón. ¿Tú crees que la convención de Ginebra te protege acá? No voy a hablar más, ¡que viva Chile! Filomeno le plantó un puñetazo en la cara. El otro soldado chileno dio un grito de impotencia, que le valió una patada propinada por otro rondero. Mira rotito, ya conocemos las “obras” de su amigo Grimaldi. Lo que ustedes no saben es que acá hemos tenido tiempos violentos, en que podía pasar cualquier cosa. Sacó un machete y lo colocó en el rostro del chileno. Y como éramos un país pobre, nos las ahorrábamos las balas…

¡Filomeno! Los ronderos se pararon en atención al llegar el sargento Páucar. ¿Qué carajo estás haciendo? Filomeno se levantó, y se llevó a don Pedro un poco más lejos, fuera del alcance del oído de los chilenos. Pedro, hay que sacarles información a estos rotos. Algo se traen entre manos, estaban hablando en código cuando los capturamos. Tenemos que saber qué traman, si vamos evitar que nos sigan masacrando las rondas. ¿Y a machetazos se los quieres sacar? ¿Acaso no has aprendido? Carajo, Pedro, ¿me lo vas seguir sacando en cara cada vez que puedes? ¿No he trabajado las tierras de la comunidad por más de diez años? ¡Y siempre me vetas! ¿Hasta cuándo, Pedro? ¿Cuánto tiempo tiene que pasar? Esta es otra guerra, y estamos en el mismo bando. Cada uno usa lo que aprendió entonces para pelear hoy. Sino, ¿cómo les íbamos a ponerles las bombas a los chilenos?

Fueron interrumpidos por otro rondero. Sargento, ya cantaron. Dicen que van empezar operativo contra nosotros mañana. Con helicópteros y todo. Filomeno miró a Pedro. No me lo vuelvas a hacer. No porque ellos nos llamen terroristas significa que lo somos. Que se los lleven con los heridos a Puno, de ahí que los manden a Uchullucllu a que trabajen. Así que paguen por lo que han hecho. Llámenme a Malqui, que tenemos que conversar.

Discutieron largamente esa noche. Coincidieron en que –en medio de todo– el que los chilenos organizaran un operativo contra ellos era una buena señal. Ya habían destruido un buen par de docenas de camiones en una semana de operaciones, y con las rondas en aumento, creían que podrían alcanzar un aumento geométrico al respecto. Por otra parte, cada chileno que los buscara era un chileno menos que atacaba a la guarnición de Tacna, lo cual también les provocaba algún orgullo. Lo que no les inspiraba confianza eran sus posibilidades de resistir efectivamente a los chilenos. Los ronderos bajo el mando de facto de Páucar ya sumaban centenares de efectivos. Pero a falta de armamento suministrado por el Perú, estaban equipados con una mezcla ecléctica de escopetas, carabinas de cacería y armas ligeras capturadas al enemigo. Filomeno incluso estaba tratando de descifrar el funcionamiento de algunos morteros para usarlos contra sus antiguos dueños. Pero no era suficiente.

Coincidieron que una resistencia frontal sería suicida. Lo único sensato era dispersar a las rondas y no trabar combate con los chilenos. Simplemente cansarlos, obligarlos a perseguirlos por todas partes mientras se retiraban a un terreno más favorable. Emboscarlos, si las circunstancias lo permitían. Con suerte, podrían comprar con su sangre un poco más de tiempo para Tacna.

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9 comentarios:

  1. Buen intento en tratar de reproducir el acento dialecto Chileno , aunque no es del todo prolijo como habla un chileno común y corriente.

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  2. Los ronderos son invisibles!?
    luego de leer con atencion los capitulos eso parece.

    Saludos, de todos modos buena historia.

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  3. Los ronderos son invisibles cuando hace falta. Y son, a la larga, invencibles.

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  4. eso si las palabras habladas por los chilenos, si, tienen algo de chilenismo, pero hablar toda una conversacion asi, fue como muy exagerado.
    Buen relato eso si, eso de que "chile pega fuerte" me gusto :P

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  5. Concuerdo. Al parecer los ronderos salen libreados siempre. Ademas, si bien los chilenismos estan correctos, se sobrecargo con demasé de ellos el dialogo. Ninguna conversación entre chilenos comunes y corrientes se da asi de "condimentada"
    Bueno el blog, saludos

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  6. falta el uso de la huaracha (honda) que frecuentemente usan los ronderos

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  7. A lo que entiendo es que Filomeno era terrorista y Pedro era oficial del ejercito (o al reves)??? Muy buena historia, lo vi en un mural pegado de la catolica y entre de puro sapo. Esta muy bueno, ya le pase el link a unos amigos de Chile a ver que entren.

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  8. Lo bueno, excelente relato, si lo pules mas puede llegar a ser un best seller, lo malo: chilenismo recargado, y si los ronderos son invisibles, LO SON, ellos y los militares de mandos bajo y medio son los unicos heroes de la historia del peru, los demas (cupulas militares y politicos ) SON CHILENOS

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  9. Los ronderos estan a punto de entrar de lleno en guerra de guerrillas, ya sabemos que pasa eso cuando está manos de una población comprometida ... interesante historia

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