“-You there, what is your profession?
-I’m a potter, sir.
-And you, Arcadian, what is your profession?
-Sculptor, sir.
-Sculptor. And you?
-Blacksmith.”
- Película “300”, 2007
Santiaguito, ya se que toda la cuestion no salio como queriamos pero siempre hay una forma de sacarle la vuelta a las cosas. me alegra saber que la compañia ya te esta dando un bono por haberse trasladado la fabricacion de los otorongos a sus talleres. ya sabes como es no?
ahora, sobre lo otro la logica es muy sencilla. ya nos aprobaron un presupuesto de emergencia de 100000 soles para la compra de vehiculos base. si pagamos por 4x4s se nos va todo sin que quede un extra. eso no seria justo despues de todo el trabajo que hemos hecho. con combis en cambio les pagamos 12000 por cada una. ustedes usan su distribuidora de autos usados para declarar que nos vendieron 4x4s baratas y los 88000 soles que quedan son mitad-mitad, despues de restar lo que se necesite para la aceitada.
por favor confirmame que se puede hacer la gestion para proceder. muchos saludos a tus papas.
Ernesto
Maycol no podia creer que en medio de la guerra podía estar pasando lo que leía en los correos de Hoepken. Decidió que era necesario ponerle fin a la cochinada, pero para eso tendría que acumular más pruebas. No fuera a ser que Hoepken terminara saliéndose con la suya, como su hermana Susana algunos años atrás. Para ello tendría que agregar una fase más a su proyecto, que en medio de todo serviría de preparación para su objetivo final. Después de todo, si no lograba hackear las computadoras de un general en la misma ciudad en la que vivía, ¿para qué intentar hacer lo mismo con las de los generales chilenos?
La actividad había aumentado un tanto en el Grupo G-Y en el último par de días. Enrique había regresado, al parecer por solicitud especial de la compañía al Ejército, y se había vuelto entusiasta soporte del proyecto de Maycol. El único en realidad, ya que Franco –en sus propias palabras– “no se metía en huevadas”. Enrique pudo seguir avanzando la programación e investigación cuando el departamento de sistemas recibió la llamada para que fueran a ver una computadora en los talleres de producción. Diferente rótulo, el de Maycol, pero el mismo trabajo.
Las noticias eran de naturaleza mixta. Todos en Lima habían celebrado el rechazo del primer asalto chileno sobre el casco urbano de Tacna hacía dos días, y en YouTube se filtró una filmación hecha con celular de las conversaciones entre los generales Munizaga y Choquehuanca. Se había vuelto un video inmensamente popular en cuestión de horas. Mientras iba al taller, Maycol lo veía por quinta vez, y no se cansaba a pesar de la paupérrima calidad del audio y las imágenes, además del incómodo ángulo en que fue filmado.
General, han peleado como valientes con los limitados recursos a su disposición. Ninguno de sus compatriotas puede reprocharles nada. Han regado los cerros con su sangre de buenos soldados y patriotas. Pero para todo hay un tiempo: un tiempo para matar, un tiempo para curar; un tiempo de guerra y un tiempo de paz. Para usted y sus hombres, la guerra ya acabó. ¿En serio? ¡Parece que alguien se olvidó de informarme! General, le recuerdo que tenemos la ciudad completamente rodeada desde las alturas. No hay punto que nuestra artillería no pueda batir impunemente. Depon- ¿Diría que nos caería una lluvia de proyectiles? Pues, sí, se podría decir. Excelente. Hace mucho sol, y nos caería bien pelear a la sombra. Eh, bueno. Depongan sus armas, no tiene sentido destruir la ciudad y que nos llenemos las manos de la sangre de soldados y civiles. ¿Quieren nuestras armas? Acá están, vengan por ellas. Oiga, ¿usted me está tomando el pelo, o se ha vuelto loco? Munizaga se dio cuenta demasiado tarde de que había pisado el palito. ¿Loco? ¡Esto es TACNA! compartir. Ver de nuevo. Los discursos de ambos generales obviamente habían sido cuidadosamente ensayados. Las del peruano, lo habían sido incluso desde antes de la guerra, como testificaban los geoglifos gigantes con el número “300” en los cerros que rodean la ciudad.
Todos los peruanos habían leído sobre la respuesta de Bolognesi en sus libros Bruño, y visto el cuadro estático de Lepiani en unas reproducciones laminares horripilantes. Pero era señal de los nuevos tiempos que ahora cualquier persona en cualquier parte del mundo pudiera verlo ocurrir en YouTube, casi en tiempo real. Los remixes y versiones de “Star Wars” o de “Harry Potter” no se hicieron esperar tampoco. Se dio inicio a una espartanomanía en Lima y otras ciudades del Perú, que en buena medida sigue presente incluso hoy. Lo que los demás peruanos no parecieron notar en ese momento era que todos y cada uno de los 300 espartanos murieron, lo cual constituía un antecedente un tanto ominoso para los defensores de Tacna.
En los talleres del Grupo G-Y, pudo ver los primeros Otorongos que se completaban. Algunos de los operarios le hicieron saber de los rumores: el Perú se estaba preparando para una contraofensiva de la que dependería el destino de la guerra. Los “tanques” tenían que producirse a toda prisa para que estuvieran listos para el día “D”, cuya fecha exacta no conocían. Esto significó para Maycol tanto un alivio como una presión. Por lo menos sabía que el Perú iba a hacer algo por expulsar al invasor, y que hasta había una fecha para ello. Sería cuestión de averiguarla, para lanzar su propia ofensiva el mismo día. Pero por otra parte, el reloj ya estaba corriendo, y tendría que conseguir la “masa crítica” para cuando se acabara el tiempo.
Como casi todos en Lima esos días, Maycol también se contagió de la mencionada espartanomanía. Volvió a ver “300” en DVD pirata mientras programaba en casa, y leyó la entrada de Wikipedia sobre la batalla. Para su sorpresa, resultaba que los trescientos espartanos no sucumbieron solos al final de la batalla. Setecientos tespios eligieron quedarse a apoyar a los guerreros profesionales, sabiendo bien que la aniquilación era segura. A diferencia de los espartanos, los tespios eran meros civiles armados.
Salió con su USB a recorrer todas las cabinas Internet que pudo esa noche y madrugada. Había circulado el programa de “ataque zombie” entre sus amigos, con no más que un tibio apoyo. Eso no iba a frenarlo. Si tenía que infectar las computadoras del Perú una por una, lo haría. Mientras todos los peruanos se alucinaban espartanos, él se sabía tespio.
Bien, McSutton. Keep up the good job. I am a Tespian, too.
ResponderEliminarK chevr puede ser un best seller si lo pules mas, te felicito hermano!, una recomendacion menos apasionamientos nacionalistas
ResponderEliminarChilena infantería de estirpe tan guerrera
ResponderEliminarde santo sacrificio allá en la Concepción...
UMmm..Bueno, pero un poco nacionalista de tu parte, Tu crees que Chile se quedara en tacna, no creo, sabes hay un gran error, Chile no atacara al Peru por tierra, si la cosa se sale de control en el mar, es ahi donde se desarrollara la guerra, quizas en el aire, pero Chile no invadira territorio Peruano, quizas algun golpe de mano violento como dejar fuera de combate tu FAP o atacar a tus naves amarradas en callao, pero pro tierra lo dudo menos tomar Tacna es inutil y ademas intracendente
ResponderEliminarAl contrario, me parece perfectamente lógico que la guerra empiece de modo focalizado. Todas las últimas guerras han tratado de mantener - al menos al inicio - la idea de un enfrentamiento accidental, no deseado, no así de guerra total. Una invasión generalizada no va con la nueva lógica de los tiempos y - no lo olviden - hoy por hoy es extremadamente cara. Por su supuesto que un revés o un agravamiento de la escalada de la guerra puede llevar a su generalización, pero recuerden que en la trama apenas han pasado 15 días desde el inicio de las hostilidades. Además, no olviden que en la lógica de la novela, el motivo real de la guerra es obligar al Perú a renunciar a su sentencia favorable en La Haya, no es al menos en estos primeros 15 días una guerra de conquista.
ResponderEliminarBuena historia, atrapa y trata de ser objetiva, sobre todo no es maniquea (aunque por cierto el autor parece tener poco cariño a su clase alta)
falta mas sangre...mas muerte...si no no es una guerra....describe mejor como quedaria un leopard alcanzado por un cornet o spike,un submarino hundido etc...
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