No olía a corte marcial. Apestaba. Un AS 532 destruido y más de la mitad de sus fuerzas como bajas, de los cuales un número excesivo eran muertos. La situación no era nada halagüeña. A su favor tenía el haber destruido la más grande concentración de insurgentes que se reuniera en el transcurso de la guerra, así como haber capturado a su cabecilla, el camarada Pedro. Pero quienes ahí estuvieron recuerdan la expresión que llevaba Grimaldi cuando organizó un pelotón con algunos de los soldados hábiles y partió hacia el norte. Estaba fuera de sí. Hay quienes especulan que estaba convencido de que sería dado de baja, lo cual lo impulsó a realizar una última misión.
Nadie en su sano juicio diría que el accionar de Grimaldi estaba justificado, y bajo cualquier otra circunstancia es probable que sus propios subalternos se habrían rehusado a seguir órdenes tan insensatas. Pero el espectáculo de la carnicería que los insurgentes les habían infligido turbó a todos, de manera que cuando dispuso que irían a quemar el pueblo de esos salvajes como represalia por sus actos ilegales, hasta algún apoyo recibió. Dejaron a un grupo para que se encargara de los muertos y heridos, y partieron con dirección a Uchullucllu, informando a base que solo estaban persiguiendo a los dispersos.
Observaba a los prisioneros con una ligera sonrisa dibujada en la cara. Sabía que la FAP no sería mucho problema. Debido a la contraofensiva peruana, las pocas unidades que les quedaban estaban muy ocupadas protegiendo a sus fuerzas de tierra de los F-16. Un solo helicóptero volando a baja altura sería difícil de detectar y poco fructuoso atacar. ¿Lanzagranadas o misiles antiaéreos en Uchu-no sé dónde? Imposible. Probablemente no tenían ni agua potable. Seguramente no sabían escribir “agua potable”. Pagarían por su insolencia, y lo mejor de todo sería que los cabecillas estarían ahí para presenciarlo.
El viaje duró algo más de una hora, durante la cual la introspección de todos los presentes, más el ruido del motor, previno que se dieran muchas conversaciones. Meditaba sobre lo que tendría que hacer al regresar a casa. Sería el segundo Grimaldi dado de baja del Ejército de manera poco honrosa. Pero lo haría cumpliendo con su patria, más allá de lo que dijeran los socialistas y civiles maricones. Sin embargo, sus pensamientos se tornaron más hacia quien vendría a ser, se daba cuenta, su madre adoptiva. Estaba convencido de que no había mujer más dulce y amorosa en la tierra. Recordó las reuniones de sábado por la tarde que ella hacía en la casa, y le pareció una idea recrearla en su mente.
Pater noster, qui es in caelis, sanctificetur nomen tuum. Adveniat regnum tuum. Fiat voluntas tua, sicut in caelo et in terra. Panem nostrum quotidianum da nobis hodie, et dimitte nobis debita nostra sicut et nos dimittimus debitoribus nostris. Et ne nos inducas in tentationem, sed libera nos a malo. Amen.
Capitán, ya debemos estar por llegar. Muy bien. Vamos a mostrarles lo que es el infierno a estos malditos. Tienen sus órdenes, ¡cúmplanlas!
*****
Fue arrastrado violentamente hacia el sótano del Starbucks, el humo haciéndole toser y lagrimear todo el camino. El chileno de la computadora cogió un extintor y bajó con él al baño de hombres. Ambos chilenos se colocaron máscaras de gas, y el de las armas se ubicó en una posición defensiva al pie de las escaleras. 80%. Mantenía el descenso bajo un fuego constante, mientras que el otro se hacía cargo de entregarle armas con las cacerinas llenas y de cambiárselas a las vacías. Arrojaban granadas hacia arriba para evitar que los peruanos pudieran concentrarse.
85%. Era el momento. A lo largo de su vida, Maycol había aguantado todo tipo de abusos. En el colegio, el ser malo para el fútbol y demasiado aplicado en los estudios le habían hecho acreedor a ser hostigado constantemente, además de la ocasional golpiza. En G-Y, nadie lo veía como igual, mucho menos Chiara. Y nunca había protestado por ello. Empezó a darse cuenta de que ni siquiera había ofrecido resistencia digna de ese nombre desde que lo secuestraran. Todo eso acababa ahora. Se juró a sí mismo que la pusilanimidad jamás volvería a ser su divisa.
Esperó pacientemente el momento ideal. Cuando a su captor se le complicó recargar un arma, se lanzó sobre él, con el fin de quitarle la computadora. ¡Qué chucha haces! Forcejearon, mientras el chileno de las armas seguía barriendo las escaleras. ¡Puta madre, Ríos, mátalo de una vez, que ese hijo de puta nos va a cagar! Los disparos reverberaban fuertemente en el baño y Maycol llegó a poner una mano sobre la máquina, pero su mano dejó de responder. Volteó y vio a su captor apuntándole con una pistola recién disparada. Al ver su brazo sangrante, fue sobrecogido por el dolor y se alejó, arrastrándose.
Carajo, Ríos, ¿cómo va el envío? Le entregó un arma recargada y tomó la gastada. 90%, teniente. Ya, mata a ese hijo de puta. No quiero más riesgos. Ante la inminencia de su muerte se le salieron las lágrimas. El chileno le apuntó por varios segundos, y le disparó al piso. No se preocupe teniente, este cholo no nos va a molestar más. Maycol no sabía si debía sentirse agradecido por seguir con vida, o humillado por no ser siquiera tomado como una amenaza.
El enemigo se había colocado en una posición en que la ventaja numérica peruana no servía de muy poco. Murieron muchos intentando bajar esas escaleras, hasta que hicieron uso de un recurso extremo. Le rompieron la válvula a un balón de gas de otro restaurante, y después de un par de intentos lograron hacerlo rodar cuesta abajo. Los chilenos dejaron de disparar por temor a hacerlo explotar. En esa pausa, alguien finalmente pudo tirarles una bomba molotov.
95%. Maycol lo vio todo. ¡Ríos! ¡El extintor! La última, remota, posibilidad era apagar la llama antes de que todo explotara. El chileno se apresuró en coger el aparato que yacía al costado de Maycol. Ya no más. Concentró todas las fuerzas que le quedaban, trabando y haciendo tropezar al chileno. El extintor cayó y se deslizó hacia los cubículos, fuera del alcance de su captor. ¡Carajo, Ríos, te había dicho que lo mates, ahora nos vamos a–
Entretenida la historia pero a estas alturas ya as demostrado tu posición, y es previsible quien va a ganar, pero porque insistes en que los peruanos sea en la quebrado de los muertos o en mega plaza o en otras batallas mueren como “cancha” tan ingenuos consideras a tus compatriotas.
ResponderEliminarLAS GUERRAS NO SIEMPRE LAS GANAS LOS PODEROSOS RECORDEMOS VIET NAM
Y por otro lado no te abras olvidado del aliado misterioso de uchullucllo. Invisible, maligno y en estos casos mortal, no me refiero al pishtaco, ni al chullachaqui me refiero al “SOROCHE” este aliado lo primero que hará en las fuerzas de Grimaldi es: dejara 10% heridos grabes (imposibilitados de luchar), 80 % de heridos leves, 10 % de soldados sin daños.
Veremos que pasa
Lo que nadie le ha dicho a McSutton es que todos los analistas militares de la region coinciden en que actualmente por su continuidad en sus luchas con sus guerrillas y ultimas guerras actualmente en Latinoamerica el mejor soldado es el soldado peruano y el soldado colombiano todos los demas solo sirven para darse vueltitas con sus juguetes nuevos en sus desfiles.
ResponderEliminarTambien se afirma que en el caso de una guerra entre ambos países (Chile y Perú) y así tengan lo que tengan simplemente el que invade pierde.
Saludos y por favor avisenle a McSutton que ya no estamos en el Siglo XIX.
Chuuuuuuuta... ya aburren. Los peruanos dicen que todos dicen que los peruanos son mejores, y los chilenos que todos dicen que los chilenos son mejores... y como en la novela ninguno esta ganando claramente, todos se quejan y dicen que le falta realismo. sigue asi mscutton, que si se creen tan buenotes que escrivan algo que sea lo mitad de bueno que lo tuyo, aver si se atreven y pueden.
ResponderEliminarLa ofensiva Boliviana empieza!!! Las tropas de Evo amenazan Santiago....
ResponderEliminarcomo llego ese helicoptero en una hora si de lima a cusco es 1 hora 30 minutos en avion entro por Puno o Arequipa no lo habran detectado los radares de la joya o no habra observadres y radios en el aeropuerto de juliaca, el helipuerto de la xtrata tintaya no tendra resguardo siendo un punto estrategico para el Peru entre Arequipa Cusco y Puno, tintaya esta a medio camino sicuani y Uchullucllu,en el aeropuerto de Cusco no habra un tucano o un A37B estacionado
ResponderEliminarEvo Morales en Discurso a la Nacion:" bolivianos y bolivianas, hasta hoy nos hemos mantenido al margen de la infaushta guerra que libran nuestros vecinos del oeste, pero llegó la hora que Bolivia se levante y haga prevalecer su orgullo arrebatado tiempo atra ¡Esh hora de recuperarsh nuestro mar soberashno, es hora de de aniquilarsh al traidor abusivo,¡Bolivianos y Bolivianas! ]Hoy lucharemosh como nunca antesh, nuestras fragatash anfibias ultrasecretas marcaharan en direccion al pacificoi, nuestros submarinos voladores haran lo propio hoy seran durash las batallas, correrá mucha sangre para que mañana al final de la guerra nuestro pueblo vuelva a ser una nación costera, tengamos un puerto, casas de playa, pescado fresco barato, ¡por esto Bolivianos y Bolivianas lucharemos codo a codo junto con nuestro poderoso hermano milenario, lucharmos codo a codo junto a Chile!!
ResponderEliminar¡Ilo es Boliviano!!!!
Se puede llamar insurgente alguien que pelea contra el que invade su pais, no seria mejor resistencia, partisanos, voluntarios
ResponderEliminarmcsutton hasta su apellido es chileno...
ResponderEliminarcuando la sgte entrada?
ResponderEliminarSe hecha de menos mencionar los Shilkas y Tunguska peruanos y los Gepard A1 chilenos. Tampoco se menciona los radares chilenos que son capaces de detectar la ubicación de la artillería enemiga. Ni el efecto de los torpedos Blackshark de los Scorpene (75km alcance), misiles con filamentos de grafito que causan cortocircuitos en las estaciones electricas.
ResponderEliminarQue pasa con los peruanos que viven en Chile. Estos seguramente haran guerrillas y tratarán de realizar atentados terroristas dentro de Chile lo cual tienen experiencia. Eso es mas peligroso para Chile que toda el Ejercito amateur del Peru.
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